Mitos sobre las serpientes y anfibios.
A lo largo de varios años con
esta afición y practicándola en varias provincias del territorio Español,
muchos lugareños interesados por la extraña conducta de este herpetólogo,
intrigados por su inmovilidad cuando fotografía raros y pequeños objetos en el
suelo han acudido a interesarse por esta repito extraña conducta y
frecuentemente horrorizados, por la mala prensa de los herpetos, y guiados por
su buena fe, me han advertido de la peligrosidad de muchos de estos animalillos
o de las proezas de estos animalillos que ellos mismos han podido presenciar.
Sin afán de ser exhaustivo, voy a
relatar algunas de estas leyendas que más que ser urbanas son rurales. Las
urbanas todavía están más alejadas de la realidad debido a la falta de contacto
directo y a la transmisión oral secundaria y aparentemente a la falta de
seguimiento de los documentales y programas científicos de la Tv que no parecen
recolectar puntas de audiencia.
A continuación relatamos alguna
de las posibles causas que pueden haber dado lugar a estas interpretaciones.
Serpientes que persiguen a las personas.- En los ya 50 años que
notoriamente supero y en los numerosos encuentros que he tenido con ejemplares
de nuestra fauna, ninguna serpiente me
ha perseguido, si bien cuando estaba acorralada sí que ha intentado morderme,
pero cuando ha tenido oportunidad de escapar lo ha hecho y esto incluye a las
víboras de Lataste en la mayor parte de España y a la Aspis del Pirineo Aragonés.
Normalmente en su huida se dirigen hacia zonas con vegetación o trayectorias
anteriormente conocidas, que en alguno de los casos pudieran coincidir
parcialmente con nuestra dirección de marcha.
No obstante mostrar una conducta
agresiva es una estrategia que intenta evitar la depredación, pero de ahí a
perseguir a una persona, creo que va un poco de imaginación. Si es que desde
que no hay mili, esto de “el valor se le supone” ha decaído bastante.
Las serpientes pican con la lengua.- No pueden hacerlo, si no que
utilizan la lengua para obtener rastros olfativos y aportar las moléculas
olorosas al órgano de Jacobson del que disponen en el interior de la boca en la
parte superior, en el paladar.
Las serpientes que pican con la cola.- Probablemente se trate de
algún mito importado de otras latitudes donde algunas serpientes de costumbres
excavadoras disponen de una terminación aguda en la cola que les sirve para
afianzarse en el terreno y que cuando se coge puede bar una sensación de
presión. No dolor, pero la imaginación y el miedo, ya se sabe…
Detalle de la cola de boa de arena, erix muelleri.
Las serpientes que dan latigazos con la cola.- probablemente esta
afirmación provenga de dos hechos, los movimientos poco coordinados que
realizan las serpiente.s cuando son suspendidas en el aire por un predador, o
por un humano, o los movimientos bruscos que realizan algunas serpientes cuando
son amenazadas como estrategia antidepredatoria. Pero aplicando la mecánica
clásica, con el peso de las serpientes de la península, si alguien dice que le
ha dolido un golpe de cola de estos animalillos…
Las serpientes que se alimentan de leche de animales o personas.-
Las serpientes no tienen una estructura muscular en sus labios y mandíbulas que
les permita succionar, como hacemos los mamíferos, sólo pueden fijarse al
clavar los dientes. Probablemente esta
interpretación provenga de la observación del color de las deposiciones, de
aspecto blanco terroso que fácilmente podemos vincular a este tipo de alimento
por la similitud del color. Salvo este hecho y que el animal pueda morder en la
parte prominente de alguna anatomía como podemos ver en algún vídeo de youtube
o las ubres de algún animal doméstico….
La serpiente que hipnotiza con los ojos.- Probablemente esta
interpretación y su generalización a los humanos en nuestras regiones se deba a
la observación del comportamiento de algunos roedores o aves en presencia de la
serpiente que como estrategia antidepredatoria permanecen inmóviles. Bien es
sabido que las serpientes en su actividad cazadora se guían predominantemente
por el movimiento y el olfato, o por el calor emitido por la presa pero este
último procedimiento de algunos crotálidos no existe en nuestras latitudes.
También no pueden “cerrar el ojo”, entre otras cosas porque no disponen de
párpado no siendo esta circunstancia anatómica justificación del interés por nosotros en su mirada o incluso de
intentar dominarnos mentalmente.
Cabeza de boa de arena Erix Muelleri, las serpientes no tienen párpados.
Serpiente peluda.- probablemente esta afirmación provenga de la
interpretación al observar algunas escamas pegadas parcialmente a la piel
cuando por problemas fisiológicos del animal, notoria sequía en algunas
especies u otras causas no se ha realizado la muda correctamente
desprendiéndose de toda la camisa.
Serpientes con bigote.- En esta ocasión el proceso de
interpretación más próximo es que se haya contemplado a la serpiente en las
etapas finales de la ingestión de algún mamífero o ave en las cuales sobresalen
de forma simétrica las patas del animal o la cola en el caso de que el animal
ingerido sea un roedor.
Si te escupe una salamanquesa o un sapo te quedas calvo.- En el
caso de la salamanquesa no la he visto nunca escupir, pero si vomitar el
contenido intestinal cuando es atrapada, supongo que para facilitar la huida o
por presionar al animalillo con poca delicadeza en el estómago, no es higiénico,
pero la causa de quedarse calvo no está ahí.
Para los sapos ídem, no pueden
escupir, lo que sí es cierto es que proyectan la legua a alta velocidad para
capturar a sus piezas, algunas veces fallan y puede dar esa impresión. Lo de
quedarse calvo, tampoco.
Las salamandras salen del fuego.- Más bien el pobre animal que
estaba reposando dentro de un tronco, cuando lo hemos arrojado a la hoguera no
le ha quedado más remedio que intentar huir. Supongo que si a Juana de Arco no la hubiesen atado al palo
de la hoguera su conducta hubiera sido
similar.
Concretando algunos de los peligrosísimos
animales de nuestra región voy a mencionar al primero de ellos:
El alicante, ya se sabe, “si te pica un alicante, llama al cura que
te cante”. Este peligrosísimo animal que algunas veces he podido identificar
gracias al apoyo de los lugareños, suele ser en la mayor parte de las ocasiones
la culebra de herradura, animal bellísimo, estilizado y que en nuestra región
debido a la dispersión, abundancia, diseminación y todavía buen estado de
conservación de nuestro entorno natural suele ser de hábitos antropófilos, es
decir frecuenta nuestras construcciones, sobre todo en primavera donde acude a
comer algún nido de los nutritivos gorriones o golondrinas (hirudo) que son uno
de sus alimentos favoritos en los entornos naturales de nidificación ya tan
difíciles de encontrar.
Esta presencia últimamente viene
justificada por dos afirmaciones propias del CSI, la primera es que son las
cigüeñas quienes traen al nido estos animalillos que posteriormente escapan y
la otra, que ya me gustaría a mí que fuese cierta, que la Junta de Extremadura haya
realizado repoblaciones secretas y que por ello son tan abundantes. Pienso que
en breve, esta última versión imputará a Zapatero o a Dolores de Cospedal tan
ecológica conducta.
Otras veces el alicante es
cualquier tipo de serpiente incluyendo la víbora, pero “mucho más grande” de un
metro en adelante, o la culebra bastarda.
Enlace
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El derlabon, este peligrosísimo animal ha coincidido en todas las
identificaciones con la culebrilla ciega, que con la actual clasificación
pudiera corresponder al blanus mariae, o al blanus cinereus, por ser nuestra
región una zona de transición entre estas dos especies cuya distribución no
está todavía bien delimitada.
Para disgusto de los aterrados
lugareños, este pacífico y subterráneo animalillo que solo encontramos cuando
excavamos o modificamos el asentamiento
de piedras y rocas. Se alimenta de larvas de hormiga, es un lagarto sin patas,
presenta unos ojos vestigiales debido a sus costumbres subterráneas, y aunque
intente morder, debido a su tamaño y fuerza es imposible que pueda perforar la
piel de la mano.
3 comentarios:
Estupenda entrada! En mi tierra existe el temible Punzón, una especie de víbora con patas causante de muchas muertes fulminantes en el campo... "a Fulanito lo mató un punzón", "a Menganito le pico un punzón y le cortaron el dedo allí mismo con una hoz". Pobre Menganito, de lo contrario hubiera muerto irremediablemente. Un punzón no es otra cosa que un eslizón, un pequeña especie de lagarto que ni siquiera trata de defenderse cuando es capturado.
Un saludo!
Javier.
Afirmaciones a cual más impactante. ¿¡Serpientes que persiguen a las personas?!... Nunca te acostarás sin saber una cosa más. Es fina ironía, claro. Abrazos.
Impresionante...que estúpida es la ignorancia...por cierto, estupendo artículo.
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