Son varias las circunstancias que
están haciendo que cada vez sea más difícil ver en nuestras charcas, ríos y
arroyos al galápago europeo. Reducción
palpable los últimos años, desde los 70 donde aún era fácil encontrase con
alguno en las salidas de pesca, a la actualidad donde solo se ven ejemplares
adultos con localizaciones determinadas.
Colección de imágenes para identificación del galápago europeo, el galápago leproso y la tortuga de oreja roja de Florida.
Las hembras del galápago europeo
tardan unos 10-12 años en alcanzar el periodo reproductivo, no suelen
reproducirse todos los años y además el número de huevos de la puesta es
reducido entre 1 a 6 y 1 a 12 según los autores. Pero que estaría más próximo a
los valores medios 3 a 6.
Los machos alcanzan la
madurez al sobrepasar los 12-13 cm y las
hembras al sobrepasar los 15 cm.
Si a este hecho sumamos la
importante mortalidad de los individuos recién nacidos o juveniles, no es
difícil calcular la baja posibilidad de recuperación de estos escasos reptiles
cuando alguna contingencia humana o climatológica les afecta.
Los experimentos de cría en
cautividad como los realizados en la Herguijuela ( El Tencarral) han dejado
patente la dificultad de reproducción en cautividad de estos quelonios para
futuras repoblaciones. Por lo que sería urgente dedicar esfuerzo e
investigación para la determinación científica de las causas del declive y a la
vez determinar los factores de éxito de la cría en cautividad orientada a
repoblaciones.
La modificación de sus zonas por
influencia humana, las relegan cada vez a zonas aisladas y menos adecuadas para
su reproducción. La introducción de especies foráneas como la tortuga de Florida
(trachemys scripta) con la que debe competir por el alimento, o los cambios en
la calidad del agua debido a la falta de depuración en algunos vertidos o el
incremento en el uso de pesticidas y abonos, parecen estar alterando
significativamente el éxito reproductivo y la supervivencia de este tímido
galápago.
Cabeza
de Trachemys scripta, especie invasora.
Los embalses, que a priori
podrían ser beneficiosos para estos reptiles, no parecen haber influido en su
recuperación, probablemente debido a la alteración rápida en los niveles del
agua y al régimen irregular de los ríos objeto de regulación.
Entre los enemigos de las nidadas podemos citar las ratas
que depredan sobre las puestas. Entre los enemigos de los recién nacidos se
encontraría el cangrejo de rio americano
o cangrejo rojo (procambarus clarkii) y algunos grandes peces, la mayoría de
ellos foráneos e introducidos por pescadores deportivos poco respetuosos con el
medio ambiente. Entre los que podemos citar, black bass, lucio perca, pez gato,
pez gato moteado, siluro, trucha arco iris, lucio.
Pero sin duda el mayor responsable
es el hombre, con la desecación de zonas pantanosas para uso agrícola, limpieza
de la maleza de los cauces de aguas tranquilas, roturación de las superficies
próximas a charcas o ríos donde estos animales realizan su puestas.
Por ello si alguna vez nos
encontramos con este tímido y huidizo reptil, en nuestra salidas al campo o en
nuestras excursiones de pesca, debemos
recordar que donde mejor está es en su ambiente y de esta forma conseguir que
podamos en los próximos años coincidir alguna vez mas con ellos e incluso enseñárselos
a quien nos acompañe como otra de las joyas de la naturaleza de Extremadura.
Los galápagos suelen ser
capturados cuando se acercan a comer el cebo (son carnívoros) y quedan
atrapados en los reteles para pesca de cangrejos o se introducen o mordisquean las nasas donde
se conservan en el agua los peces capturados.
Recordad el papel de garantes de la limpieza de nuestros ríos y charcas
y después de sacarles una foto con el móvil, devolvedlos a su importante papel
en los ecosistemas acuáticos. Y con la foto una vez identificado, importante comunicad la cita,
indicando el lugar, al SIARE
(Servidor de Información de Anfibios y Reptiles de España), para que podamos
conocer mejor el estado de sus poblaciones, desafortunadamente en declive.
Como ampliación comentar que la
tradicional creencia de que los galápagos, en su uso doméstico, se comen las
cucarachas y los ratones, si bien puede ser incidentalmente cierto, nunca
constituyen su comida habitual y dejarlos en un patio sin agua o en un granero
o pajar, son una garantía para la muerte segura y lenta de este pacífico y
beneficioso animal.
Información complementaria.
http://www.waza.org/es/zoo/elegir-una-especie/reptiles/tortugas/emys-orbicularis
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