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martes, 22 de enero de 2008

Galápago leproso


Galápago leproso. ( Mauremys leprosa, Schweigger 1812).

Caparazón verde oliva o marrón, con algunas manchas de color marrón claro que van desapareciendo con la edad. La cabeza, patas y cola son de color verde oscuro o marrón con rallas más claras amarillentas-anaranjadas. La cola es larga y las patas son palmeadas con uñas fuertes y curvadas. El plastrón amarillento blanquecino con manchas oscuras.

Quilla mediodorsal patente en la región anterior y posterior del espaldar. Contorno del caparazón aplanado sobre todo en la parte posterior.

Puede llegar a los 20 cm. o superarlos ligeramente. Los machos tienen la cola algo más larga y ancha que las hembras, y la abertura cloacal está situada lejos del caparazón. Tienen el plastrón ligeramente convexo. Las hembras suelen presentar un mayor tamaño en la fase adulta y el plastrón plano.


Especies similares: el Galápago europeo, menos abundante en nuestra región, tiene el caparazón más abombado, carece de placas inguinales y la coloración del espaldar es más oscura con rayas amarillas. En la imagen ejemplar hembra de Galápago leproso.



Suelen encontrase en aguas permanentes de relativa importancia, prefiriendo las de poca corriente, pantanos, charcas ganaderas, pozas en los ríos aisladas por el descenso de nivel durante el verano. Si nos acercamos sigilosamente podremos descubrirlas tomando el sol en rocas o troncos emergidos desapareciendo con rapidez cuando nos acercamos.

Hiberna desde noviembre a febrero, pudiendo observarse en actividad si en los meses del invierno las temperaturas son suaves.

Los acoplamientos ocurren en primavera. La puesta se produce entre 15 a 70 días después de la última cópula. Las hembras depositan los huevos, de 1 a 13, en un nido excavado por la hembra a unos 10 cm. de profundidad. Las crías nacen después de 58-108 días con un tamaño próximo a los 2cm.

Se alimenta de larvas de insectos, moluscos, crustáceos y plantas, ocasionalmente de carroña.

Sus enemigos naturales son grandes aves y mamíferos del entorno de sus hábitats depredando preferentemente sobre los individuos juveniles.

La degradación de los entornos acuáticos por el hombre es una de las causas del declive de sus poblaciones, así como la introducción de especies exóticas que compiten por los mismos recursos.

Ejemplar fotografiado en el río Aljucen, término municipal de Mérida, verano de 2007.

Bibliografía:
Especies Protegidas de Extremadura: Fauna I.
http://aym.juntaex.es/medioambiente/actualidad/libro_fauna.htm

La Guía de INCAFO de los anfibios y reptiles de la Península Ibérica, Islas baleares y Canarias. Barbadillo, INCAFO S.A. Madrid, 1987.
Manual de identificación de galápagos autóctonos y exóticos.

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